Guía para autoexclusión de todas las casas de apuestas

Como ya te hemos comentado en varias ocasiones, la gran mayoría de jugadores son capaces de controlar sus impulsos y de jugar de forma segura. Sin embargo, hasta un 2% de los usuarios de apuestas y juegos de casino experimentan problemas de ludopatía, los cuales han aumentado en los últimos dos años entre un 13 y un 25%, según la Comunidad Autónoma de que se trate.

Por tanto, se observa un problema creciente ante el cual, tanto el Ministerio de Consumo como las diferentes Comunidades Autónomas, están tomando cartas en el asunto. La buena noticia es que hoy contamos con la herramienta de la Autoprohibición, que constituye un auténtico salvavidas para los jugadores con patrones de juego peligrosos.

¿Qué es la autoprohibición del juego?

Las personas con problemas de ludopatía cuentan con una herramienta a su favor, que les ayudará a alejarse definitivamente del mundo del juego y las apuestas, o bien, a tomarse un largo tiempo de recuperación, si es que desean en un futuro volver a disfrutar del juego de forma segura.

Esta herramienta se conoce como autoprohibición (aunque algunas personas lo confunden erróneamente con el término autoexclusión) y se basa en la inscripción voluntaria por parte del jugador con problemas en un registro, de tal forma tras ello, se le impedirá el acceso y/o registro en casas de apuestas y casinos legales, ya sea físicos o virtuales.

Debes saber que existen dos formas paralelas de llevar a cabo este proceso de autoprohibición de todas las casas de apuesta:

• A nivel estatal, mediante el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, dependiente de la Dirección General de Ordenación del Juego. Por esta vía se obtiene una prohibición tanto de registro online en cualquier casa de apuestas y casino virtual, como el acceso físico a todas las sucursales de juego legales, reconocidas por el Estado.
  
  
• A nivel autonómico, mediante la inscripción en el registro autonómico de autoprohibidos correspondiente, se consigue una prohibición de acceso a todos los locales de apuestas y juego físicos situados en el territorio autonómico. Algunas comunidades también regulan el acceso online, pero son pocas.

¿Cómo solicitar la autoprohibición?

Existen tres vías para solicitar la autoprohibición, las cuales implican inscribirse en el RGIAJ, ya sea a nivel estatal (DGOJ) o bien en el RGIAJ de una determinada Comunidad Autonómica.

En ambos casos, las modalidades de inscripción son las siguientes:

Autoprohibición presencial

Se deberá presentar un formulario RGIAJ en cualquiera de los registros físicos recogidos en el artículo 16.4 de la Ley 39/2015. Es imprescindible que en la solicitud quede constancia de la fecha de recepción en el organismo público correspondiente, a fin de poder conocer exactamente el inicio del plazo a partir del cual se podría pedir la baja de este registro.

Autoprohibición a través de la web oficial de la Dirección General de Ordenación del Juego

Para ello, se deberá contar con un certificado digital en el navegador web y acceder a la siguiente dirección para descargar y presentar el formulario correspondiente.

Autoexcluirse mediante la App móvil “DNIe Autoprohibidos”

También se puede presentar la solicitud telemática vista en el apartado anterior utilizando la App móvil “DNIe Autoprohibidos”. No obstante, esta última opción exige tres requisitos: dispositivo Android, DNIe 3.0 y terminal móvil con conexión NFC.

Autoprohibición vs Autoexclusión

A lo largo de nuestras reviews y especialmente en la sección de juego responsable, nos verás hablar de los conceptos de autoprohibición y de autoexclusión, y quizás te preguntes la diferencia entre cada uno de ellos.

Pues bien, la autoexclusión es un mecanismo por el cual el jugador decide tomarse un descanso voluntario que afecta únicamente a la bookie en cuestión. Durante este tiempo, el jugador verá todas o la mayoría de funcionalidades de dicha casa de apuestas en concreto, restringidas. El alcance de la restricción dependerá de la bookie en cuestión, ya que algunas permiten el acceso para realizar determinadas acciones como retirar saldo o navegar sin jugar, mientras que en otras, el bloqueo temporal impide siquiera identificarse.

Por otro lado, la autoprohibición es la herramienta que te mostramos en este artículo y consiste en una inscripción en el Registro mencionado (RGIAJ), de tal forma que el jugador será denegado en cualquier local físico u online dentro del ámbito territorial del registro en el que se inscribió (ya sea estatal o a nivel autonómico). Debido a que los locales físicos y virtuales están obligados a solicitar la documentación de identidad a cada jugador, el jugador inscrito en el RGIAJ será rápidamente identificado y rechazado en todos los locales físicos y virtuales mencionados.

¿Cómo levantar la autoprohibición del juego?

Para darse de baja de los mencionados registros y así quitar la autoprohibición, deberemos tener en cuenta distintos plazos de vigencia, dependiendo del tipo de autoprohibición solicitado.

Si la solicitud de la autoprohibición se realizó mediante inscripción en el RGIAJ de la Dirección General de Ordenación del Juego, ésta rige con carácter indefinido, aunque a los 6 meses se puede solicitar voluntariamente la baja de dicho registro y así, quedar habilitado para volver a apostar. Para ello el jugador se deberá poner en contacto con la DGOJ, ya sea a través de la web www.ordenacionjuego.es/es/, o bien por vía telefónica, llamando al número 915 71 40 80. A continuación, la DGOJ lo comunicará a cada Comunidad Autónoma.

En caso de haberse autoexcluido a través de una determinada Comunidad Autónoma, los plazos y formas varían de una a otra, excepto la de Castilla-La Mancha, la cual firmó un convenio de interconexión con la DGOJ. Para consultar los plazos, forma de proceder y las autoridades competentes según la Comunidad Autónoma de registro, se puede acudir a esta tabla.

En este segundo supuesto, la cancelación de la autoprohibición sólo tendrá efectos dentro del ámbito administrativo de la Comunidad Autónoma en cuestión (salvo el caso de Castilla - La Mancha, que aplica a todo el territorio nacional).